DIATRIBA PERROS VERSUS GATOS
DIATRIBA PERROS VERSUS GATOS
OPINIÓN PERSONAL QUE ENTIENDO RESULTARÁ INPOPULAR.
Hace poco leí un relato donde los perros nos pensaban a nosotros. La verdad es que poco me importa cómo nos vean los canidos, el empeño por humanizarlos me harta. Ahora, lo que se proyecta en ellos, sí. Esa lealtad y seguridad que se les elogia, me sustrae a que no hay nada en la vida más fiel y leal que la muerte. Porque los celtas representaban a la Parca como un perrazo de tres patas, y desde Cerbero a los Sarameias de Yama o el Garm de Hel, todas las lindes del inframundo están custodiadas por sabuesos infernales, y acompañan a todos los que hacen muertos de los vivos por medio de batallas como lo demuestran la jauría de la Morrigan o los negros Dando´s Dogs, Devil's Dandy Dogs o los Yel Hounds de Hellequin que comanda la hueste de la Cacería Salvaje. Ahondando aún más, lo que más hiere a los perros es la indiferencia, en eso nos parecemos. Por lo que me planteo, ¿si la sobre atención que sus amos les dan, es una compensación neurótica al desinterés que estos perciben del Creador? ¿Juegan a ser Dios? Sí, es así, eso es Simia Dei, de ahí su boleto al Averno. Por ello, quizás que les dediquen también tanto tiempo en un vano intento de congratularse y ganar puntos ante sus carceleros.
En cambio, a los gatos, mal juzgados por los hombres, son divinos, los hijos favoritos del Altísimo. Por eso nos contemplan con el mismo desdén que él. Y, sin embargo, a pensar de ese desapego tan propio hacia nosotros, son los que nos abren las puertas del cielo, los elegidos por los genios. Verbigracia, Tesla, quien con tres años, en la oscura noche, fue a acariciar a Mácka, su gatito, cuando una chispa de electricidad estática brotó iluminando toda la habitación y su mente sinestésica, anclando su sino a desvelar los misterios de la energía.
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