YOGA

MI SENDA DEL YOGA

Como dice el poeta, Antonio Machado “caminante, no hay camino, se hace camino al andar”, así, el yoga es un camino experimental de uno mismo, es una práctica empírica de autoconocimiento y desarrollo personal, por lo que mi práctica puede diferir de la práctica o visión de otros.

Hace más de una década que me inicie en el camino del yoga, y ya son tres años que profundice mi práctica dando clases, pues enseñar es la mejor manera de aprender, enseñar, es un reto que te mantiene en constante desarrollo, puesto que siempre hay una demanda de mejora, de novedad, una sed de saber externo a uno mismo, que lleva a buscar cómo satisfacer la necesidad de conocimiento y comprensión ajena, asimilar conceptos nuevos, integrarlos y aprender a transmitirlos de un modo comprensible, es fundamental, y, por ello, transitas dos veces la experiencia, quedando mucho más clarificada y marcada tanto en lo físico “Hatha yoga”, como en la emoción “Bhakti Yoga”, como en el “Jñāna yoga” el sendero del conocimiento.

Mi yoga es integral, el Rāja Yoga, el Yoga Real, un compendio de los tres yogas expuestos, pues la conjugación de los tres centros es esencial para el entendimiento de sí, el conocimiento corporal, cinético, el conocimiento emocional y el conocimiento intelectual, recorrer las tres sendas es primordial para la comprensión global de la experiencia transformadora que uno está transitando, pues uno encuentra lo que lleva consigo.  

La sentencia latina “Mens sāna in corpore sānõ”, de las Sátiras del cómico Juvenal, lo recoge, pues lo esencial siempre se hace cognoscible, por vía de inspiración o del arte, así leemos en latín:

“orandum est ut sit mens sana in corpore sano.

fortem posce animum mortis terrore carentem,

qui spatium vitae extremum inter munera ponat

naturae, qui ferre queat quoscumque labores,

nesciat irasci, cupiat nihil et potiores

Herculis aerumnas credat saevosque labores

et venere et cenis et pluma Sardanapalli.

monstro quod ipse tibi possis dare; semita certe

tranquillae per virtutem patet unica vitae”.

“Se debe orar que se nos conceda una mente sana en un cuerpo sano.

Pedid un alma fuerte que carezca de miedo a la muerte,

Que considere el espacio de vida restante entre los regalos de la naturaleza.,

Que pueda soportar cualquier clase de esfuerzos,

Que no sepa de ira, y esté libre de deseos

Y crea que las adversidades y los terribles trabajos de Hércules son mejores que las satisfacciones, la fastuosa cena y la placentera cama de plumas de Sardanápalo

Te muestro lo que tú mismo puedes darte, con certeza que la virtud es la única senda para una vida tranquila.”

“Nada Brahmā” Dios es sonido, o el universo vibra. Nada en sánscrito significa vibración y Brahma es el nombre de Dios, del todo o de la unidad cósmica, es el dios creador del universo.

Como investigadora, apasionada del sonido y la palabra, una de las vías que más atención me llaman y por la cual transito es el Nada yoga o yoga del sonido, el nada yoga, también es parte esencial del “Rāja yoga”, siendo un tipo de yoga mental de meditación profunda por el que a través de la vibración del sonido, la recitación de mantras o la música, tratamos de resonar en nosotros mismos y con el universo.

Dentro de los estilos de Hatha yoga enfoqué mi práctica al Ashtanga Vinyasa Yoga.

El Ashtanga Vinyasa Yoga es un estilo de Hatha yoga, pero difiere de este, en que es mucho más dinámico y enérgico, el Hatha es más pausado, mientras que el Vinyasa es muy fluido y enérgico, cada expiración o exhalación acompañan un movimiento, ya sea ascendente (Inhalación) o descendente (Exhalación). Para enlazar las distintas “asanas” (posturas de yoga) se usa el Vinyasa, cuyo significado se traduce como “sistema de movimientos y respiración sincronizados”, elemento del que este estilo toma el nombre.

Escogí este estilo de yoga, pues, soy una persona muy mental, científica, creativa, artística, en el campo del conocimiento es donde más cómoda me siento, pero, me recluí demasiado en la seguridad que el pensamiento me brindaba, no preveía que descuidar mi ser emocional me abocaría a duras experiencias y traumas provocados o atraídos por mis carencias. He tenido que bregar mucho con las emociones para subsanar el poco trabajo que había dedicado a ello, he tenido que entender para sanar y tomar conciencia de mí a ese nivel para no repetir y reparar. Sin embargo, entendí, que aunque trabajada la parte emocional y mental, todo estaba en desequilibrio, siendo como somos mente y emociones en un cuerpo, y, por tanto, el cuerpo físico, nuestro vehículo en la existencia, es parte intrínseca y fundamental a trabajar en conjunto en la búsqueda de la trascendencia.

El Asthanga Vinyasa Yoga, es llamado también el Yoga del Guerrero, desarrolla la fortaleza por medio de “Abhyasa” constancia y disciplina en una práctica rigurosa. A mí me cuesta mucho la constancia y pasar a la acción, así por ser lo que más me falta, es lo que más me compensa. Como pensadora tiendo a la parálisis por análisis, ser profesora de yoga, también, me enfoca en el objetivo de accionarme, implicando “hacer” algo útil con mi conocimiento.

En el blog iré subiendo artículos relacionados con el yoga para profundizar más en los aspectos que os he relatado levemente en esta breve exposición. Sí, tenéis preguntas, adelante, trataré de resolverlas, también agradeceré cualquier aportación o corrección, así creceremos juntos.

Agradecida quedo a los que habéis tomado el tiempo en leerme.

“Namaskar” (Yo saludo a la Conciencia Suprema que está dentro de vosotros con toda la pureza de mi mente y con toda la sinceridad y el amor de mi corazón).

Elena Catalán (Profesora inscrita conforme a la ley en el R.O.P.E.C - Registro Oficial de Profesionales del deporte de Cataluña)

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